miércoles, 29 de febrero de 2012

Decálogo cuaresmal (Benedicto XVI)

Benedicto XVI ha querido ofrecernos un precioso "decálogo cuaresmal" en su mensaje -"Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad"-, en el que nos brinda un buen puñado de mensajes para meditar, iluminar nuestras conciencias libres, propiciar nuestra conversión y enardecer nuestro corazón. La cuaresma es tiempo de reflexión personal, de desierto interior, de silencio; tiempo de iluminación con la Palabra de Dios y el magisterio de la Iglesia; tiempo de conversión, "girando hacia Dios" nuestros pasos y nuestro caminar.

1. La Cuaresma es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario.

2. "Fijémonos los unos en los otros...": el verbo griego usado es "katanoein", que significa observar bien, mirar conscientemente, darse cuenta de una realidad. 

3. El verbo invita a fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse indiferentes a la suerte de los hermanos.

4. La atención al otro conlleva desear el bien para él o para ella en todos los aspectos: físico, moral y espiritual.

5. La responsabilidad para con el prójimo significa querer y hacer el bien del otro; interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades.

6. La Sagrada Escritura nos pone en guardia ante el peligro de tener el corazón endurecido por una especie de "anestesia espiritual" que nos deja ciegos ante el sufrimiento de los demás.

7. Nunca debemos ser incapaces de "tener misericordia" para con quien sufre.

8. El "fijarse en el hermano" comprende la solicitud por su bien espiritual.

9. El tiempo que se nos ha dado en nuestra vida es precioso para descubrir y realizar buenas obras en el amor de Dios.

10. En la vida de la fe, quien no avanza, retrocede.

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